Todo esto me dio alas, me pregunté si sería posible convertir este precioso hobby en mi profesión. Si más fui a por ello, comencé por los “cimientos”, busqué formación y tuve la suerte de tener al mejor mentor posible Fer Gómez, sus enseñanzas supusieron un antes y un después en mi forma de hacer fotografía.

Cuándo me sentí preparado, me armé de valor y dejé el trabajo que tenía y dediqué todo mi tiempo a perseguir mi sueño.

No fue un año fácil, te das cuenta de la realidad, que hay mucha competencia, aún no te conocen y es una profesión llena de incertidumbre. Pero nada de eso me detuvo, aprendí rápido, trabajé duro y le dediqué muchas horas para conseguir vivir de la fotografía.

Después de tanto sacrificio, echo la vista atrás y veo todo el trabajo realizado, todas las personas bonitas que he conocido, las exposiciones fotográficas y sobre todo estar en primera línea de vuestros días más especiales, captando esos momentos que perdurarán para siempre.

Me emociona mucho y me hace ser un fotógrafo muy feliz.

Gracias por acompañarme en este precioso camino.